Este año 2025 ha sido un año flojo en cuanto a número de novelas de espionaje en nuestra lengua.
Quizá el estreno más sonado ha sido La caza del ejecutor de Vicente Vallés, que todavía no he reseñado. De este autor, un periodista destacado y mediático en España ya reseñé en su día su primera novela de este género, Operación Kazán. Espero poder reseñarla pronto y que tenga su ficha aquí, en el blog.
Manteniendo el pabellón hay que destacar la novela juvenil Titania espía adolescente de Francisco Castillo. Una aventura con una jovencita que es alistada por el CNI en una peligrosa misión que solo ella puede realizar. Una verdadera rareza pues apenas hay novelas juveniles de este estilo en nuestra literatura y que sin embargo, son muy populares en el mundo anglosajón.
También fue un éxito de ventas El espía de Jorge Díaz. Novela ambientada en la interesantísima Barcelona de la I Guerra Mundial, cuando en España luchaban encarnizadamente los servicios secretos de ambos bandos para conseguir las materias primas y productos industriales que nuestro país podía proporcionarles.
Pero sin duda el mayor impacto lo hemos tenido en la televisión, con la serie que Movistar ha dedicado al CNI, se trata de El Centro, que muestra que con un poquito de presupuesto y algo de talento se puede hacer ficción sobre servicios secretos en España.
Sobre El Centro hay una buena noticia, Movistar ha confirmado que habrá una segunda temporada.
Ya digo que el número de novelas no ha sido grande, pero la calidad no ha sido mala, tienen ventas y con el éxito de El Centro, se demuestra, una vez más, que hay interés del público hispanohablante en obras de ficción con personajes patrios. Solo pido que haya más interés por parte de las grandes editoriales por apoyar a los autores españoles.
En curioso ver como los grandes sellos ningunean el género de espionaje en español, salvo si es de autores mediáticos, mientras sí traducen obras menores de literaturas de otros países. Tradicionalmente han sido editoriales pequeñas las que han permitido crear este microcosmos del que hablamos en este blog. No es culpa del público español, este no falla, a poco que tenga acceso a una oferta mínimamente de calidad.
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