Segunda novela de Fernando Rueda
El escritor sobre temas de espionaje y miembro del Club 004 Fernando Rueda acaba de presentar la que es su segunda novela de espionaje El regreso del Lobo. Como detalle, fue en este blog el primer lugar donde Rueda contó que estaba preparando esta obra.
La obra, de la que aún no dispongo, tiene como protagonista a una persona real, Mikel Lejarza, uno de los agentes españoles más famosos de todos los tiempos y que todavía está (se supone) vivo. No es la primera vez que Lejarza protagoniza un libro o incluso una película como El lobo: película pero sí es la primera vez, que yo sepa, que se le pone como protagonista de una ficción. No se como se lo habrá tomado. En el enlace sobre la película doy información sobre él.
Cruzo los dedos para que este El regreso del Lobo sea tan bueno como promete.
La historia real.
¿Quién era Txomin Loygorri/Mikel Lejarza Eguía. Lejarza alías Gorka para ETA y Lobo para el SECED. Era un joven vasco de pura cepa, vascohablante y de familía carlista nacido en 1951 (o 1947 según algunas fuentes). El detalle de sus orígenes es importante. Sólo pudo escalar en ETA siendo un vasco auténtico, pero él siempre consideró que como vasco era también español, por lo que en su fuero interno nunca fue un traidor.
Cartel de "Se busca" con el que ETA empapeló Euskadi.
A comienzos de los años 70 del siglo XX, España está sufriendo una ola creciente de violencia por parte de ETA y el servicio secreto del régimen franquista sueña con infiltrar a alguien dentro de la banda tal y como se consiguió en Alemania con la banda Baader-Meinhof para así acabar con ella. En Lejarza encuentra al hombre indicado. No es franquista ni frecuenta ambientes de extrema derecha, como era otro infiltrado Jesús Arredondo Marín "Cocoliso", pero sí piensa que el terrorismo de ETA es dañino y sólo puede ir a peor. Es de esto de lo que se aprovecha el SECED (Servicio Central de Documentación, un antecesor del CNI especializado en la lucha antisubversiva) pues solo un vasco de verdad podía ser admitido en ETA. A partir de ahí y valiéndose de un amigo que sabe que tiene contactos con ETA empieza a entrar en los ambientes "abertzales" y la banda se fija en él dado que por su trabajo, decorador, puede moverse por el mercado inmobiliario sin despertar sospecha y comprar pisos para usarlos la banda como pisos-francos. Poco a poco por su valía empieza a ver como sus servicios son cada vez más utilizados por su buen hacer, buen hacer en parte facilitado por el SECED que corre con los gastos.
En unos años Mikel Lejarza logrará sentarse con la cúpula de ETA P-M y aquí es donde tramará el desmantelamiento de todo la banda en 1975, cosa que desemboca en una espectacular operación (retratada en la película) donde los etarras caen por docenas pero que se lleva a cabo de forma improvisada y con tintes de carnicería. En ella, la policía casi mata al propio Lejarza que tiene que refugiarse en una casa donde secuestra a sus ocupantes y llama a su contacto en el SECED, que no está y deja un mensaje en el contestador identificándose como "Lobo" y pidiendo que vengan a sacarle de allí. Esta conversación es oída por los ocupantes de la casa que se la contaran a la prensa. A partir de ahí ETA ya sabrá que hay un topo y la cuenta atrás para Lejarza, uno de los pocos que ha escapado a la redada (y lo ha hecho por su habilidad no porque los policías supieran quien es), ha comenzado.
No obstante, Mikel aguanta y logra que se haga otra redada contra ETA y aquí es donde algunos autores sobre la "Operación Lobo" divergen. Se acusó a los servicios secretos franquistas (tal y como aparece en la película) de no querer desmantelar a ETA realmente, que es lo que quería Lejarza, sino solo dañarla para apuntarse el tanto y hacerse imprescindibles por ello para los gobiernos de la nueva España democrática que está naciendo justo en ese momento.
Lejarza huya del País Vasco, tras la última redada está claro que es un "topo" y Euskadi amanece con cartéles con su foto y una condena a muerte. Gracias a él han sido capturados 158 terroristas.
A partir de ahí la historia de Lejarza como agente secreto se sale de lo que aparece en la película pero no dejó de colaborar con el ya CNI en un ambiente democrático donde se encontraba más a gusto, tanto contra ETA como contra organizaciones mafiosas e islamistas.
Su paradero y su verdadero rostro, se ha operado varias veces de cirugía estética, son un misterio pero tiene el honor de haber llegado ya a la edad de la jubilación sin que ETA haya conseguido pegarle un tiro.
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