Blog sobre las novelas de espionaje creadas en España. Spy novels made ​​in Spain

lunes, 17 de marzo de 2014

Entrevista al escritor Fernando Martínez Laínez

Entrevista a Fernando Martínez Laínez


1.    ¿Cómo se llama y de donde es?

Fernando Martínez Laínez, nacido en Barcelona, residente habitual en Madrid, aunque he pasado casi diez años  viviendo en el extranjero por cuestiones de trabajo.

2.    ¿Por qué empezó a escribir?

En mi caso, por un poso de inquietud  que me impulsó a ver plasmados en libros una serie de historias, situaciones  y personajes con los que, de un modo u otro estaba interesado  o me sentía identificado. También tuvo mucho que ver con  el propio ambiente periodístico de los años de la llamada “Transición”, que buscaba compaginar la vena  literaria, que aporta el propio periodismo,  con el deseo  de superar los límites de la realidad concreta y cotidiana que el periodismo impone en cuanto oficio y disciplina laboral.  Un carril del que resultaba difícil salir.

3.    ¿Y por qué escribe novela de espionaje?

Creo que la moderna novela de espías es un laboratorio literario perfecto para desarrollar tramas que,  por un lado,  nos aproximan a la realidad de los servicios secretos y por otro son de gran ayuda para entender el caótico mundo actual, donde nada es lo que parece y adquiere plena relevancia el axioma de que “en política lo importante es lo que no se ve.” Gran parte de mi inclinación por las novelas de espías  está  muy relacionada con mi afición a los asuntos de política internacional. Una vertiente que a los periodistas de los años 70 y 80 nos interesaba mucho hasta que se produjo el derrumbe del comunismo en Europa, y el panorama mental cambió.

4.    ¿Qué le inspira para escribir?

Temas épicos y personajes fuera de lo común, que tratan de ser coherentes con sus creencias y enfrentan con lucidez y nobleza de espíritu  el destino adverso.  Muchas de mis  historias también giran en torno a episodios  de la historia de España o tratan  viajes, en el límite de la ficción y la no-ficción,  por territorios que han marcado el devenir del mundo, y  con frecuencia transcurren en  escenarios remotos (los vikingos, el imperio mongol o la Transilvania de Drácula). Esas historias terminan delimitando un material literario de actualidad, interesante para el lector de nuestros días, pues en definitiva, los episodios humanos se reproducen y repiten en cualquier época. El espacio y el tiempo forman una gigantesca rueda y todo retorna. Todo lo viejo se hace nuevo y lo nuevo se hace viejo.

5.    ¿Se consideras un bicho raro por escribir novela de espionaje en España?

En absoluto. Entre otras cosas porque me atrae mucho la novela negra, y para mí la novela de espías es  una variante de la novela negra  que incide especialmente en el contexto geopolítico y la seguridad interior de un determinado país. La buena novela de espías es la novela política por excelencia de nuestro tiempo, la  que más se acerca a la realidad. Los personajes, por otra parte, comparten casi todos los rasgos en la novela negra clásica y la de espías. Un espía siempre es un criminal para el bando contrario.

6.    ¿Qué escritores de novela de espionaje le gustan más y a quienes le gustaría parecerse?

La lista sería larga, pero voy a mencionar unos cuantos. John Le Carré, que sigue siendo el gran maestro;  Len Deighton  (su trilogía sobre Berlín, México, Londres,  es fenomenal); Eric Ambler;  Graham Greene;  Norman Mailer (con la maratoniana novela El fantasma de Harlot);  el Somerset Maugham  de” Ashenden”, y  Martin Cruz Smith.

7.    ¿Conoce la obra de otros escritores de novela de espionaje en español?

He seguido con interés las obras de José Luis Caballero, Juan Antonio de Blas, Fernando Rueda y Juan Antonio Manzanera, entre otros.   Muy notable además es la novela de Jorge Semprún, “La doble muerte de Ramón Mercader”. Es una lástima que no escribiera más  en esa línea. De lo leído recientemente  me ha gustado también  la novela  de Jordi Bordas y Martín de  Pozuelo, “Sin cobertura”, sobre la muerte de los agentes españoles del CNI en la guerra de Irak.

8.    ¿Cree que los medios de comunicación valoran adecuadamente este género en España?

Pese a  los tópicos, la verdad es que los temas y la literatura relacionada con el espionaje puro no interesan por ahora demasiado en España.  Los personajes y situaciones locales parecen en general poco creíbles para el lector español, que  sin embargo acepta con facilidad nombres y lugares de Estados Unidos, Inglaterra o Francia.  Resumiendo esta tendencia,  Vázquez Montalbán, seguramente como boutade, llegó a decir que en España lo único que se podía espiar era la tortilla de patatas.  Algo que, evidentemente, hay que tomarse a  broma.  España, que tuvo un gran servicio de Inteligencia en los siglos XVI y XVII, ha sido y sigue siendo un punto de encuentro del espionaje internacional.

9.    ¿Tiene futuro el género de espionaje en la literatura española?

Por supuesto. La necesidad del espionaje es una constante que nunca va a remitir. Por el contrario, cada vez somos más espiados, observados y catalogados.  Todo se ve, se escucha, se filtra y se archiva, aunque no seamos conscientes de ello. La guerra, la paz, la seguridad y las crisis tienen por hilo conductor la acción secreta de los gobiernos. Cualquier escritor con inquietud por el mundo actual encontrará en el espionaje un campo de argumentos  fabuloso. La mayoría de los sucesos internacionales que nos muestran los medios de comunicación son manejados entre bastidores y en secreto. Ese es el mundo real, y no el que vemos en la televisión.

10.    Háblenos de su última obra. ¿Qué destacaría de ella?

Un relato titulado “Cuando llega el final” que se publicará dentro de poco en un libro sobre historias de espionaje titulado “Máximo Secreto”, editado por Plaza y Valdés, en el que participan trece autores españoles y un chileno. Todo ellos son miembros  del  llamado Club 004, creado recientemente,  que mantiene reuniones periódicas y  agrupa a periodistas y escritores interesados en temas de espionaje y  cultura de Inteligencia.
            

11.    ¿Qué proyectos tiene por delante?

Escribir un relato histórico de no-ficción sobre la aventura del capitán Cuellar, uno de los supervivientes de la Gran Armada de Felipe II que naufragó en las costas irlandesas y después de muchas peripecias y sufrimientos acabó en Flandes, entre sus compatriotas que combatían en aquellas tierras. Una hazaña que parece increíble.

12.    ¿Podría recomendar algún libro del género para los seguidores del blog?

Las máscara de Dimitrios, de Eric Ambler, los relatos de “Ashenden”, de Somerset Maugham,  toda la obra de Le Carré,  Parque Gorki, de Martin Cruz Smith y El fantasma de Harlot , de Norman Mailer. Para empezar, sería más que suficiente.

Un saludo desde El blog de la novela española de espionaje y buena suerte.

En este blog podéis encontrar la obra de Fernando Martínez Laínez http://lanoveladeespionajeespa.blogspot.com.es/search/label/Fernando%20Mart%C3%ADnez%20La%C3%ADnez

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