Una coproducción supuestamente hispano norteamericana al contar con conocidos actores estadounidenses, pero donde fue la productora española quien de verdad puso el dinero. Ambientada en el Tánger que aun conservaba en el recuerdo el halo de glamour que había muerto tras la independencia de Marruecos, un film de acción con los presupuestos típicos de las películas de espías de los años 50 del siglo XX.
Misión en Marruecos
Datos técnicos:
Dirección: Carlos Arévalo
Año: 1959
Duración: 85 min.
B/N
País: España
Guion: Brian Clemens, Guy Elmes, Ken Annakin, Carlos Arévalo
Música: Gene Kauer, José Pagán, Antonio Ramírez Ángel
Fotografía: Cecilio Paniagua (B&W)
Reparto:
Lex Barker, Fernando Rey, Silvia Morgan, Juli Reding, Alfredo Mayo, Juan Antonio Riquelme, Félix Dafauce, Juan Olaguivel, Miguel del Castillo
Productora: Coproducción España-Estados Unidos; Hispamer Films
Sinopsis:
Durante un viaje al país marroquí, un magnate del petróleo estadounidense se ve implicado en un asesinato e intrigas para conseguir unos microfilms con planos de depósitos petrolíferos estratégicos.
Comentario:
En la época eran frecuentes las coproducciones entre países europeos y alguien de los Estados Unidos para aprovechar el gancho que el cine norteamericano tenía en Europa. Este es el caso y para eso se contrató a Lex Barker, más conocido por hacer de Tarzán y ser luego esposo de Tita Cervera. Lo más llamativo de esta película es quien fue su director, Carlos Arévalo. Estamos hablando del que fue el director de "¡Harka!" en 1941, película bélica que gustó mucho al régimen franquista y que le permitió dirigir en 1942 "Rojo y Negro" sobre la Falange en el Madrid de la guerra civil y que no le gustó nada al franquismo. No nos confundamos, en "Rojo y Negro" los protagonistas son los de la Falange, pero en modo alguno es una película maniquea ni se glorifica la guerra. La película fue retirada de las carteleras por el régimen. Esto le colocó una cruz a Arévalo, destrozando su prometedora carrera. Tardó una década en volver a hacer cine y solo para dirigir filmes como este sin ningún compromiso político. Una lástima, pero al menos sirvió para darnos una película entretenida como esta.
Como anécdota, el rodaje entre Tánger y Tetuán se produjo durante una revuelta en el Rif contra la monarquía alauí que fue duramente reprimida por las autoridades marroquíes, lo que complicó el rodaje.